Cómo no modificar tu hardware |
Para los primeros microprocesadores Pentium I existía una técnica llamaba Overclocking que permitía subirle unos pocos Mhz más al micro cambiando jumpers en la placa (ahora en los actuales se hace por software). Esta técnica también se le puede aplicar a las tarjetas gráficas.
Las antiguas tarjetas gráficas ATI Radeon 9550 podían modificarse para que fueran como su modelo inmediatamente superior, las 9600 (entre los dos modelos había 60€ aproximadamente de diferencia en su día y la diferencia en cuanto al rendimiento también se notaba).
Los móviles Android actuales pueden ser flasheados y rooteados para aprovecharlos al máximo (véase por ejemplo HtcMania) y hasta hay páginas en las que te muestran el proceso para modificar tu consola favorita para poder cargar copias de seguridad de tus juegos, pudiéndolos llevar todos en un disco duro portátil (como ocurre con la Wii).
En éste mismo foro ya comenté cómo modificar una televisión LG para poder ver películas, cómo recuperar los pendrives de la Junta para poder reutilizarlos y cómo intentar recuperar pendrives que ya no funcionan.
Hay multitud de ejemplos de Hacking de componentes en Internet, el problema principal es que al modificar un componente se pierde la garantía del fabricante y que muchas veces los riesgos a correr para modificar un componente son muy altos y te expones a dañar, como hizo un amigo intentando flashear un micro de la controladora de un disco duro para intentar ganar capacidad en disco. En otras ocasiones el proceso está bien comprobado y explicado por otros usuarios y la recompensa merece la pena.
¿Es legal y/o ético hackear hardware? Los fabricantes se empeñan en perseguir ésta práctica y en otros países estas prácticas son ilegales o al menos intentan que lo sean, así que ojo con lo que haces.
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