Después de mi etapa como profesor en tierras alcarreñas, me destinaron a distintos pueblos de Cuenca y Toledo de los que también guardo buen recuerdo.
Por allá por donde pasé siempre intenté dar lo máximo, que mis alumnos aprendieran cuanto más, mejor. Que empezaran bien preparados las prácticas que les tenía deparadas para el final del año era mi principal objetivo. Así, pudieron demostrar su valía en distintas empresas y estudios posteriores.
Nunca olvidaré cuando mis alumnos del PCPI 2 realizaron un ordenador refrigerado por aceite de girasol basándose en la elucubraciones de su profesor y usando para ello un PC antiguo.
El invento se expuso durante el día del centro y luego se llevó a Guadalajara capital, a la Feria de la Cámara de Comercio. Drenamos parte del aceite para poder llevarlo en coche hasta Guadalajara.
Todavía recuerdo cuando tenía que pasearme por toda la Feria con las manos llenas de aceite después de ajustar alguna pieza o conectar algún cable.
Mis alumnos explicaron el fundamento del aparato y por qué funcionaba aquello a la gente que se acercaba a curiosear.
De eso hace ya dos años.
Cómo pasa el tiempo... y cómo cambian las cosas.
P.D.: Gracias a todos los que colaboraron en su creación, a los alumnos y profesores que ayudaron en el proyecto y a las siempre agradables encargadas de la limpieza por aguantar lo que no está escrito.
Yo soy de los que piensan que el analfabetismo, dentro de muy poco si no ya mismo, será no conocer unos rudimentos de aplicaciones informáticas. Y quien sabe si entender, aunque sea de forma básica, los lenguajes de programación.
ResponderEliminarUna cosa si está clara: toda educación en el individuo comienza idealmente cuando encuentra una persona que le inspira. A mí me hubiera mucho que mi profesor nos hubiera hecho montar un PC dentro de una pecera con aceite de girasol ;)
Gracias Ángel, se agradece.
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